El noroeste argentino se asienta sobre un paisaje que se sumerge en las raíces de Sudamérica,donde el color lo ponen las piedras; el silencio,sus habitantes, y la inspiración,el vuelo del cóndor.
De poco sirven aquí las guías y los mapas de carretera,pues las rutas transcurren por vías naturales como la quebrada de Humahuaca,un valle estrecho y árido de más de 150 kilómetros de longitud que se utiliza desde época preincaica.
El legado de los pueblos que habitaron la quebrada sigue aún vivo en las poblaciones y costumbres de este rincón de la provincia argentina de Jujuy,declarado Patrimonio de la Humanidad en 2003.
Uno de los parajes emblemáticos de la quebrada de Humahuaca es el cerro de los Siete Colores,un fenómeno natural originado hace 75 millones de años que tiñe de colores ocres,púrpuras,amarillos,naranjas y rosados las laderas en las que se encuentra el pueblo de Purmamarca,situado a 2.275 metros de altitud.
Esta auténtica paleta geológica toma sus tonalidades de las entrañas de la misma montaña,de los minerales,plegados y erosionados que se superponen y se unen a otros sedimentos marinos que los movimientos tectónicos han llevado a la superficie hasta componen este capricho de la naturaleza.
Su estampa se complementa con las blancas casas de adobe y la atmósfera plácida de Purmamarca.
1 comentario:
Hermosa foto, yo tengo otras tantas así de cuando visité el NOA en el 2004, sacaba fotos de todo porque todo me parecía impresionante. Desde mi habitación en el Hotel vientonorte por ejemplo tengo 10 sacadas del paisaje que se veía.
Impresionante en NOA
Saludos
Melanie
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